CIEN TERRAZAS Y UN JARDÍN es una apuesta hacia una vivienda colaborativa que intensifica la convivencia entre jóvenes. Los usuarios acceden a sus viviendas y a las zonas comunes a través de galerías abiertas que se abren a la ciudad y permiten la iluminación y la ventilación del corazón del edificio. Cien viviendas y sus cien terrazas completan el programa privado del edificio. El programa residencial cuenta con espacios comunes distribuidos en planta baja y cubierta. La organización del proyecto libera una parte significativa de la parcela para destinarla a un jardín comunitario, que actúa como fuente de luz, aire y encuentro para los residentes y el vecindario.

El edificio se concibe con criterios de máxima eficiencia energética para alcanzar la autosuficiencia a través de la integración de sistemas pasivos y soluciones activas, entre las que destaca la instalación de paneles fotovoltaicos en cubierta. La estructura se resuelve mediante un entramado de madera CLT en pilares, vigas y muros, lo que reduce significativamente el uso de hormigón armado y, en consecuencia, la huella de carbono. En la fachada, la estrategia de sostenibilidad y durabilidad se materializa en una combinación de superficies acristaladas y revestimiento cerámico. En conjunto, estas decisiones refuerzan la racionalidad constructiva y la viabilidad global del proyecto.